jueves, 9 de julio de 2020

EXÚ ( EL MITO)

De cualquier manera que se escriba la palabra EXÚ está bien escrita. Lo que importa es la fonética, que en todos los idiomas es la misma. Para muchos, EXÚ es una figura traviesa y se le asocia con un niño que es totalmente irresponsable de sus actos, logrando con sus travesuras una serie de confusiones, cosa que le divierte y hace que los humanos y los propios Orixás se encuentren en serios aprietos. 

Para una parte de la población, EXÚ es considerado como un ser malévolo, peligroso y que sus acciones son volcadas exclusivamente para el mal. Es hijo de Iemanjá y todo lo que ocurre en cuanto a calamidades como accidentes en las calles y desgracias de cualquier tipo le es adjudicado. 

Nosotros diremos que es el más humano de los Orixás, y por ser el mensajero de los hombres ante los Orixás, es entonces que sus sentimientos se le asemejan. 

Ningún Orixá escuchará un pedido si este pedido no le fue confiado primero al EXÚ de ese Orixá. Es decir, que primero, antes de cualquier ofrenda o ebo a cualquier Orixá, se deberá realizar homenajes y sacrificios a EXÚ, porque él, calmado y comiendo, quedará contento y dejará que se realice la ceremonia con total paz. 

Esta contradicción de identificar a EXÚ con el demonio de los cristianos, se debe a que cuando se intentó imponer el credo católico a los esclavos, se encontraron con una gran dificultad. Esa gran dificultad era la cantidad de dioses y divinidades que poseía un pueblo que había sido sometido por las armas, pero que no se dejaba someter en su credo. 

Es así, que según dice Pierre Berger, “el blanco acepta todo del negro, hasta sus mujeres”... y el negro acepta del blanco sus dioses, que le sirven para ocultar detrás de sus imágenes, su propia religión. 

De esta manera los misioneros católicos optaron por dejarse llevar y adaptaron todas las figuras al credo Yorubá. Y luego de haberse realizado esta adaptación, faltaba encontrar un demonio, y la controvertida y traviesa figura de EXÚ fue la elegida. 

¿Por qué EXÚ y no otro Orixá? Simple. Por que EXÚ tiene un gran afinidad con los humanos. Es la más próxima al mundo material. Los pedidos son por asuntos de la vida misma, y es de esta manera que dominadas por el miedo al demonio, las sociedades blancas temen al negro que adora al demonio, porque ese “demonio” era el que protegía al negro contra el totalitarismo del amo y el despotismo del gobierno. 

El terror se apoderaba cada vez más aún de los blancos, cuando encontraban en las encrucijadas, cerca de las casas de los amos, los trabajos (ebos), comidas de ofrendas a EXÚ para la felicidad o para cualquier asunto amoroso. 

Los señores de las haciendas veían a EXÚ como al propio demonio que era lanzado contra ellos. Pero lo que pudo haberles convencido definitivamente de que EXÚ era el demonio, es que por ser el protector de la masculinidad, se le representa como una figura que lleva un gran falo en sus manos. Esto sin duda ayudó mucho a los jesuitas a encontrar en la mitología africana al tan buscado demonio. 

Es precisamente en esta época de la esclavitud donde era más frecuente que los amos encontraran, como decíamos, las ofrendas de comidas (ebos). Se creía y se decía que éstas eran “despachos” y que, por consiguiente esos “despachos” hechos por los negros, tenían como finalidad lanzar al demonio negro contra ellos. 

Hoy, “despachar” una comida de EXÚ significa para algunas personas dar por cumplida una promesa hecha; para otros es ofrendar a EXÚ en su reino haciendo un pedido; para los integrantes del culto africano, significa soltar a EXÚ en el crucero para que de esta manera abra los caminos de la casa, ya sea en el aspecto material o espiritual. 

Muchos consideran que la carga espiritual de una persona al hacer el "despacho" queda en él y las tribulaciones desaparecerán del consultante. Por eso, cuando se encuentra un "despacho", ofrenda o "ebo" en los caminos de EXÚ, se saludará y se seguirá el camino sin tocarlo, pues EXÚ podría sentirse molesto y trasmitirle el maleficio a quien profane dicha ofrenda. 

Es interesante profundizar sobre EXÚ, porque la conclusión final es que EXÚ no es una entidad malévola o diabólica como se intentó hacer conocer en América. 

El sincretismo y los representantes de los cultos afro de aquellos momentos son los responsables de que aún hoy se identifique a EXÚ con el demonio. 0curre que el fuego que pertenece al demonio, también le será entregada a EXÚ para volverlo más infernal. Si a esto le agregamos que en los rituales de Batuque y Candomblé se realiza la ofrenda (ebo) primero a EXÚ para que las festividades sean calmas, se puede concluir entonces que EXÚ es una entidad perturbadora. 

Lo que se desconoce en algunos rituales es que existe un fundamento indicado por una leyenda, que cuenta que EXÚ era el dueño de la visión y que Ifá realizó un pacto con EXÚ. Como EXÚ quería tener importancia dentro de las ceremonias, Ifá le ofrece la primacía en el recibimiento de las ofrendas, siempre y cuando el arte de la adivinación pasara a manos de Ifá. Por lo tanto, si se omite o no se le ofrenda a EXÚ primero, este traería grandes perturbaciones. Es el castigo que impone EXÚ a quienes no obedezcan las reglas. Esto también se da en situaciones tales como el no cumplimiento con los preceptos de no ingerir comidas o bebidas prohibidas, realizar actos sexuales reñidos con los conceptos de respetar a los sacerdotes o éstos a los fieles. El propio Orixá es quién castiga, no solo a EXÚ. Cualquier Orixá que se siente desobedecido por un hijo suyo, puede castigar. La dualidad tan conocida del bien y del mal no pertenece solamente a EXÚ sino también a todos los Orixás, pues cualquiera de los hijos de un Orixá puede ser castigado por éste, siempre y cuando sus hijos no cumplan con él. 

   La realidad indica que en África era totalmente diferente el concepto de EXÚ, pues nada tiene que ver con la forma en que se le venera en el panteón afro brasileño. En África es considerado un Orixá y se le define como fuerza dinámica, formando parte de todo lo que existe, formando parte del principio de comunicaciones, mensajero de los Orixás e intermediario entre ellos. 

 

Ningún Orixá escuchará un pedido que no sea confiado primero a su EXÚ.

 

Los contingentes africanos que trajeron su cultura y religiosidad a nuestra América, comenzaron a predominar aún ante los mismos blancos católicos dominantes y también ante los indígenas, portadores éstos de sus propias tradiciones religiosas. A estas formas religiosas indias de nuestra América se integran las de los negros: son los espíritus dueños de lugares en África que llegan a esta nueva tierra, poblada de espíritus de indios, que aceptan a éstos como parte del nuevo mundo. 

Estas situaciones van a dar mezclas de naciones, que más tarde en los Candomblés de caboclos o en los Xangós del noroeste brasileño y hoy en los llamados catimbos, en la propia Umbanda, hace que se mezclen estos espíritus en distintos grupos y falanges.

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Puntos cantados de Padê do Barracão.

  Para comenzar esta columna aquí en Giras, no encontré nada más justo que hablar de los puntos cantados que usamos en este ritual tan impor...