lunes, 22 de junio de 2020
CUAL ES LA TAREA DE EXÛ?
DISTINTOS REINOS!!!
REINO DA KALUNGA PEQUENA ( cementerio)Gobernado por Exu Rei da Kalunga y Pombagira Rainha da Kalunga, quienes se presentan bajo el aspecto de personas altas, delgadas, de aspecto cadavérico, vestidos completamente de negro; Él viene con capa, galera y bastón; Ella viene con amplias polleras, capelina con velo, capa y zapatos de taco alto.MORADA EN EL REINO MATERIAL: Dentro de los cementerios.MORADA ESPIRITUAL: En los recuerdos de las personas; las nostalgias; los sentimientos de angustia y en el "Más Allá".MISIÓN: Provocar las guerras, peleas; traen epidemias pero también salud; muertes de todo tipo; destrucción por el fuego. También previenen contra los males.EN KIMBANDA SE LES INVOCA PARA: Prevenir todos los males; curar emfermedades a través de hechizos e intercambio de energías; traer aliento a la gente que no tiene ánimos de vivir o están desausiados. Limpiar el ambiente de posibles espíritus perturbadores y deshacer trabajos hechos en el cementerio.SÍMBOLO: Una sepultura.BANDERA: Negra con dos tridentes blancos cruzados y encima una calavera.COLOR: Negro / gris.DÍA DE LA SEMANA EN QUE TIENEN MAYOR FUERZA: Martes.DÍAS DEL AÑO DE MAYOR ENERGÍA: Desde el 20 al 29 de mayo. PLANETA: Marte.PIEDRA PRECIOSA: DiamanteMETAL: Hierro.HIERBAS: Albahaca de anis; cardo; euforbio; asa fétida; árnica; pimiento y judía.TIPO DE DANZA: Hacia adelante y hacia atrás semi-encorvados.ANIMAL SIMBÓLICO : Gato negro.ELEMENTO: Tierra SINCRETISMO: A Exu Rei da Kalunga se lo sincretiza con Satanás.PUEBLOS QUE INTEGRAN EL REINO: 1) Povo das Portas da Kalunga.- Jefe Exu Porteira2) Povo das Tumbas.- Jefe Exu Sete Tumbas3) Povo das Catacumbas.- Jefe Exu Sete Catacumbas4) Povo dos Fornos.- Jefe Exu da Braza5) Povo das Caveiras.- Jefe Exu Caveira6) Povo da Mata da Kalunga.- Jefe Exu Kalunga7) Povo da Lomba da Kalunga.- Jefe Exu Corcunda8) Povo das Covas.- Jefe Exu Sete Covas) Povo das Mirongas y Trevas.- Jefe Exu Capa Preta ( también conocido como Exu Mironga)
MAYORAL
ELEGGUÁ o ESHU
¿Quién sabe
la verdad?.
El hombre,
en su afán por aprender y evolucionar, y el tener donde aferrarse para superar
dificultades, ha buscado desde el
principio
de su desarrollo intelectual el porqué de las cosas. Porque suceden, donde se
originan, que hay detrás de todo lo que
sucede. La
idea de diferentes planos espirituales ha rondado alrededor del mundo, así como
la existencia de entidades que en
el viven e
interactúan con el hombre en su plano terrenal, ya sea para bien o para mal.
¿Quien fue
primero?, ¿Donde nace todo?, ¿Quien sabe la verdad?. Siempre habrá personas de
una u otra línea religiosa que
dirá que en
su "LIBRO", para generalizar, está toda la verdad, y que eso es
indiscutible. Pero, ¿quienes escribieron esos
libros?,
¿qué pensaban o que sentían esas personas al escribirlo?, ¿quién les dicto lo
que escribieron o que vieron sus ojos?;
nadie,
nadie lo sabe, por lo menos los que estamos vivos, y los que lo escribieron por
primera vez ya no están aquí para
decirnos
como lo hicieron. En todas las religiones se dice que alguien vino desde el
"otro lado" con el mensaje, y los relató al
hombre, tal
como se dice lo hizo Orúnmila con sus parábolas; pero hasta donde es verdad o
es imaginación lo relatado, y más
tomando en
cuenta el uso de personajes mitológicos o fabulas que nos cuentan que el chivo
le dijo al gallo con quien salió el
ratón que
metió el chisme de que la gallina salió con el perro de fiesta y tuvieron
hijos..¿? . Nadie lo creería, pero el mensaje
esta allí,
la idea central que se quiere transmitir mediante esas historia, que por demás,
son muy elaboradas. En todas las
religiones
se trata esto de la misma forma, cada uno con su toque personal; es como una
solución para el problema de
justificar
como se hizo o se escribió algo.
Si vamos
hacer Objetivos, ¿cómos se formó el sistema planetario?. Hay estudios y
comprobaciones de la evolución de todo el
universo,
de los procesos que en él se originan. La evolución del hombre desde hace
millones de años cuando solo era un ser
unicelular
hasta el día de hoy. Como creer que un ser todo poderoso creo la tierra y todo
el universo en siete días! que agarro
un trozo de
barro e hizo una figura humana, luego lo soplo y le dio vida; después le saco
una costilla e hizo a la mujer. Se
dice que él
creó al hombre a su imagen y semejanza, y creo todo el universo, con cosas
buenas y cosas malas, como para que
no se
aburrieran los unos con los otros, o para que simplemente exista un equilibrio.
Si nosotros somos una imagen de dios, y
semejante a
él, y pensamos bien objetivamente que en el universo hay más galaxias que
piedritas de arena en el mundo, y de
que todas
ellas hay millones similares a la nuestra y en ella millones de sistemas
solares que podrían tener condiciones
similares o
mejores a las que tenemos en la tierra, y la existencia de seres vivos e
inteligentes que también han evolucionado
tal como lo
ha hecho el hombre y quizás mucho más tiempo que él, y con sus propias
características y fisonomía; entonces
nos
preguntamos, ¿A quién se parece dios?, si somos una imagen de él, sería como
nosotros, pero si los demás seres son
como ETE,
entonces ¿dios es igual a él?....nadie lo sabe. El hombre siempre le dará una
explicación a todo, y cuando no la
encuentre
de forma objetiva, le dará un toque mágico para rellenar ese vacío y justificar
un inicio.
En las
religiones africanas, en sus modalidades de ifá y osha, se ha discutido y a
formado parte de continua discrepancia entre
lo que debe
hacer uno y no hacer el otro, prácticamente desde sus inicios. Cuenta un patakí
(solo un pequeño extracto de la
idea del
mismo), que todos eran uno, pero en ese grupo, las jerarquías mayores, es decir
los que sabían más o tenían más años
de
experiencia y que formaban un grupo pequeño dentro del mismo, alardeaban de
saber más que los demás, lo que origino
discordia
dentro de grupo en general. Esto a la final termino con el destierro de ese
pequeño grupo, quienes se fueron
prácticamente
con las manos vacías. Después de una seria de eventos, lograron arrebatar al
orisha de mayor grado a este
grupo y se
lo quedaron para sí, y de esta manera desarrollar una nueva línea de la
religión, la de ifá, y con la excusa de que
tenían al
orisha de mayor grado, entonces se suponía que son superiores. Ambos bandos
evolucionaron, pero en esas tierras el
linaje de
ifá tuvo mayores adeptos, creyentes o seguidores que el bando de osha, tal como
ocurre hoy en día, por lo que le dio
mayor auge
y poder. Esto ocurre en todas las religiones, como por ejemplo el caso del
cristianismo frente al Islam, que tiene
más de mil
millones de seguidores y esto le confiere mayor poder.
Todos,
absolutamente todos los de ifá dicen tener la razón y el porqué de todas las
cosas; y es que Orúnmila lo sabe todo!!!!,
quiere
decir que todos los demás no saben nada, o que su verdad es para ellos nada más
y no para el mundo; pero esto no
siempre ha
sido así, aunque cada quien defiende lo suyo, y otros toman posturas
conservadoras. Lo cierto es que se debería
conservar
la tradición de la religión, pero, en qué punto la conservamos, ¿en la que le
conviene a ifá o en la que le conviene a
osha?; y es
aquí en donde entra la gran pregunta, ¿quién origina toda esta confusión para
reírse, burlarse y aprovecharse del
hombre en
la tierra?, sin duda muchos dirían Eshu, en otras religiones dirían el Diablo;
¿esto es verdad?...
Nos cuenta
un participante del foro Eshú Omó Iré...
"...Que
antiguamente la costumbre era que el Santero llevara la piedra al Babalawo para
que este le cargara los guerreros.
Pero bueno
a la luz de los acontecimientos actuales, eso es cuestión de criterios de cada
cual.
La salvedad
que pretendo hacer es que no debe confundirse nunca a Elegguá con Eshu, aun
cuando este sea un Eshu-Elegguá
y su
diferencia no solo se centra en que si es cargado o no ni por quien.
En primer
lugar debe saberse que Elegguá es un Oricha mientras que Eshu no lo es. Elegguá
puede ir a la cabeza del Iyawo
mientras
que Eshu no. Cuando Elegguá bajo a la tierra al igual que todos los orichas en
cualquiera de sus avatares, oddun,
deidades e
incluso fenómenos, lo hicieron acompañados por un Eshu.
Elegguá es
una creación directa de Olofin, mientras que Eshu existía antes de que Olofin.
Olofin es luz, Eshu es oscuridad,
Olofin es
creación, Eshu es la oposición y desafiante a esa creación. Cuando Olofin era
sólo un punto de luz que se había
creado así
mismo, Eshu era la oscuridad reinante.
Olofin
mando a la tierra a los oddun y Eshu les acompaño para oponerse a sus misiones.
Loa orichas vinieron a la tierra por
mandato
divino y Eshu los acompaño para estropear sus propósitos.
Mientras
que Elegguá es adorado como un Oricha capaz de abrir o cerrar los caminos de lo
bueno y lo malo en nuestras vidas,
Eshu es
atendido con cautela para que no nos estropee el destino.
A Elegguá
se le ruega y convence por medio de ofrendas a Eshu se le ¨soborna¨
Elegguá nos
ayudara en todas nuestras acciones buenas o malas, Eshu las define como buenas
o malas.
La
similitud y confusión que se presenta en estas dos figuras viene dada por que
ambos comen primero, los collares de ambos
aunque no
iguales son muy parecidos, además de que ambos tienen comportamientos
similares.
Desde el
punto de vista de sus atenciones las diferencias son mínimas y las similitudes
inmensas. El que los Santeros den
Elegguá y
no Eshu, no es un asunto discriminatorio, es debido a que "los Eshus
deberán ser montados o cargados según el
ángel de la
guarda de la persona, su ORI y su Oddun de Ifá" (1), algo que solo es
competencia del Babalawo, mientras que
Elegguá se
entregara atendiendo al camino que le sea definido a la persona.
Gran parte
de la confusión imperante, es responsabilidad únicamente de los Babalawos que
cuando entregan Eshu lo hacen
haciendo
creer que se trata de Elegguá. Algo que se viene arrastrando debido a que
durante mucho tiempo y sobre todo por la
incapacidad
de entender las religiones de origen Judea cristiana la figura de Eshu. El
mismo era comparado con el Diablo
Cristiano o
nuestro Alosi y para esconder esto, se le decían a las personas que Eshu era el
Elegguá que entregaba el
Babalawo.
Un Santero
cuyo Elegguá no sea de cabecera, normalmente lo podrá identificar por una
piedrecilla chica que vivirá junto a su
Eshu, y que
le fuera entregada por un Santero, por ser este el único que puede entregar
este Oricha GUERRERO.
Atendiendo
a la diferencia entre ambas figuras religiosa es que de manera tan acertada, el
equipo de este sitio le indica que a
Eshu solo
debe darle de comer su Padrino Babalawo Y POR RECOMENDACIÓN DE ORULA.
Entienda
que Eshu no es Elegguá y aun cuando no es un Oricha, tampoco se puede definir
como ¨ALGO¨ malo o bueno, sino
más bien
Neutral. Además, como Eshu no tiene compromisos de tipo alguno con usted ni con
nadie y cualquier error en su
adoración o
culto, podría traducirse en una muy desagradable experiencia, cuyas consecuencias
negativas para usted, no sería
nunca
comparable con las travesuras de Elegguá es altamente recomendable que siga la
opinión referida a la supervisión de
un
Babalawo, en caso de que sea necesario darle Eyebale.
Se dice que
el único que conoce a Eshu y entiende su Naturaleza es Orula y el único que es
capaz de enfrentarle es Obatalá, a
quienes los
santeros y los religiosos sensatos acuden, cuando se trata de frenar o desviar
la acción negativa de Eshu en
nuestras
vidas.
Estas
palabras más que confundir, podrán echar luz sobre la manera con que nos
relacionamos con nuestros Orichas y
Deidades, e
imagino que le darán cierta explicación a alguno que otro religioso observador,
que en algún momento, haya
notado que
luego de las cosas irle no muy bien acudieron a Eshu y en vez de resolver sus
problemas estos se tornaron más
intensos,
terminado luego perplejos antes la consulta del Oráculo de Ifá, cuando el
sacerdote les identifica el problema como
generado
por desatender a su Elegguá!! Cuando realmente las dificultades se las está
ocasionando Eshu y bien probable nada
tengan que
ver con el tema de la atención y que para colmo de contradicciones y
confusiones, el Babalawo se ponga a
pregunta a
Orula si Elegguá quiere algo, siendo muy probable que (en caso de ser un AYIKY)
pida glotonamente comida
(UN Chivo)
solo por pedirla, aun a expensa de estar traicionando a la persona, pues no
porque le den eso la defenderá contra
las
acciones negativas de Eshu, quien también comerá y desde luego que de manera
más reforzada puede ser su embate sobre
el
religioso sin consideración de tipo alguno hacia la ofrenda tan abundantemente
ofrecida.
Luego de
pasado los días de rigor y los problemas agravados, a lo mejor porque los
muertos se lo dicen, el Babalawo
preguntara
antela misma situación si la persona en desdicha, deberá rogarle a Obatalá para
que redefienda o por el contrario
hacer
sacrificios a su Ángel de la guarda, para que soborne a Eshu y le haga cambiar
de postura. Por qué debo decir QUE
NINGÚN
MORTAL PUEDE SOBORNAR A ESHU, eso le compete únicamente a su ángel de la
guarda,
Con lo que
quedara claro con este ejemplo una vez más, el por qué el tener SANTO HECHO es
de tanta importancia para el
religioso
aun sea o no Babalawo. Pues Orula nunca intervendrá en estos asuntos más allá
de sus consejos y recomendaciones.
Así que
aquellos que puedan ver alguna similitud en estos ejemplos con sus decepciones
respecto a la actividad de Elegguá en
sus vidas,
les invito a profundizar mejor en el asunto lo antes posible, pues no ha de ser
culpado de indolente o ineficiente a
Elegguá, ni
a ningún Oricha por las acciones de Eshu y mucho menos por los acciones erradas
o comprensiones superficiales
de los
hombres.
Elegguá,
alcanza con tus brazos para mí, lo que yo con los míos no puedo.
Eshu, te
ruego que alejes de mi casa mi vida y mi familia, tus acciones negativas.
Baba, vela
por que Eshu las aparte de mí.
ORI,
concédeme la inteligencia necesaria para que sean transformados los actos
oscuros de Eshu en acciones de luz en mi
vida.
Mi Ángel de
la guarda, una vez más intercede por mí ante Eshu y sus acciones.
Gracias
Orula, por las advertencias dadas..."
Bueno,
quien puede decir que lo anterior es verdad o falso?...Eso lo dejamos a
criterio de cada quien...
(1)Es
necesario hacer ésta acotación, se dice: "los Eshus deberán ser montados o
cargados según el ángel de la guarda de la
persona, su
ORI y su Oddun de Ifá". Normalmente, cuando una persona va a recibir a su
Awofaka o su Ikofá, ya los
babalawos
que participaran en la ceremonia, tienen preparados los Eshus y demás
menesteres. Por lo que sería un error,
pensar que
los eshus son montados según ésto, ya que todavía ellos no saben ni quien es el
ángel de la guarda de la persona y
mucho menos
su oddun de ifá, puesto que aun no se ha realizado. El buen babalawo, cuando
fabrica un eshu, debe incluirle en
la masa
diferentes cosas (tierras, prendas de oro, hierbas, etc.) y lo que si puede, es
invocar al Orí de la persona que lo va a
EXÚ EL MENSAJERO
ciudad de
cuiba, Brasil haya por el año 1665. y por dar un nombre lo llamaremos PAULO
MAURICIO, esta persona era casi un eremita.
Vivía solo
en una caverna, cuentan viejos amigos de el, que nadie podía entrar sin
perderse en esa caverna. Esta persona era dueña de muchas propiedades y poseía
muchas riquezas.
Tenia una
mujer, un hijo y una niña de tan solo 8 años de edad, que por su afán de
estudiar y practicar su magia paso mucho tiempo sin verlos.
Ya que
pasaba todo el dia en su caverna.
Este
sacerdote alquimista, se dedicaba a investigar las fuerzas sutiles que
gobiernan los fenómenos de la naturaleza.
Tal era su
inteligencia y su afán de conocimiento que llego a dominar muchas ramas de la
ciencia antigua, aprendió muchos secretos, de los manuscritos antiguos de la
magia negra, y simbólicos mensajes de misteriosos jeroglíficos.
Podía
descifrar con solo ver a una persona el pasado presente o futuro.
La gente
del pueblo, al ver sus curaciones y métodos de curar, que sin lugar a duda
resultaban, difundían al mago como a un hombre milagroso, al cabo de un tiempo,
acudió un hombre en busca de su ayuda, diciendo que le daría lo que quisiera si
le salvaba la vida a su hija, el mago sin titubear acepto la propuesta del
hombre.
Al llagar a
la finca, el mago con una botella y unas hierbas al poco tiempo cura a la hija
del hombre cumpliendo su trato.
El hombre
al ver a su hija mejorada le dice al mago, que era lo que quería, él sin dudar
pidió una moneda de oro.
El hombre
con los ojos bien abiertos dijo le daría mas si así lo deseara y el mago
respondió, Ya tu estarás enfermo y no abra cura, guarda las monedas para la
crianza de tu hijo y mujer.
Ya el mago
sin dormir ni de día ni de noche, por las personas que acudían a su casa a
pedir su ayuda, decide tomarse un tiempo, a los pocos días le traen a la puerta
de su casa una bebe de tan solo días, pidiendo la sanacion de la criatura.
El mago
hace pasar a los padres y les habla sobre la mala vida que llevaban dedicada a
drogas y otros vicios, y les dice que su criatura no tiene cura debido al
problema sanguíneo que había adquirido durante la gestación.
Al salir de
la casa los padres comunican a los del pueblo que el mago ya la había curado,
al cabo de 7 días la bebe muere por una insuficiencia cardiaca, los padres
llorando llevan a su hija por el pueblo gritando que el mago les había quitado
la vida a su hija, creándose así una multitud de personas, Que irrumpieron la
morada del mago apedreándola.
El mago al
escuchar esos terribles ruidos decide salir, el pueblo lo enfrenta y le dicen
cosas horribles, el mago les dice que él había dicho de la muerte de la
criatura a sus padres, pero estos sin escuchar intentan prender fuego su casa.
A los 8
días del problema, llaman al mago y notifican que la casa de su familia había
sido prendida fuego.
El mago al
llegar a su casa encuentra a su familia e hija de 8 años muerta por las llamas
del fuego.
El mago
lleva a su hija a la casa para tratar de devolverle la vida otra vez, no
pudiendo con su deseo, comenzó una nefasta mortandad para los hombres, mujeres,
niños y niñas del pueblo, creando una epidemia de fiebre mortal.
El mago
intento con furia y sin resultado revivir a su hija, con un nuevo elixir,
creando así su propia muerte.
Tuve la
suerte de hablar con el espíritu del mago, y le pregunte ¿de qué se arrepiente,
él dijo con los ojos vidriosos de no tener a mi hija con migo?
Esta es la
historia de un exu llamado azas prethas que como vemos, de demoño o diablo no
tiene nada, solo que por una ira hoy paga en el ámbito espiritual, una carga
que se debe limpiar, todo esto dependerá del hijo y del espíritu
Gracias,
Exu azas prethas
Como ya
vimos exu, no es el diablo.
Esta es una
historia de un exu, pero como esta hay muchas mas, eran personas que en su vida
habían hecho cosas inadecuadas, algunos mas y otros menos pero el fin es el
mismo, por eso siempre digo, en la umbanda y quimbanda existe la ley del
bumeran, hoy la hacen mañana las pagas
Esu y Oori
Cuando Èsú
concluyo sus planes para seguir a los Òrìsà a la tierra, fue a consultar a
Òrúnmìlà. Èste le aconsejó que realizara sacrificios a su propia alma, es decir
así mismo, para evitar enfrentamientos que Èl no iba a poder dominar. Tenía que
servir a su alma con un cabrito, porque al ser Èsú el dueño del dinamismo y el
movimiento, toda ofrenda para que sea efectiva y llegue a destino, es necesaria
la intervención de Èsú, y aún Él mismo, debe hacerse ofrendas. Èsú se pregunto
si había alguna fuerza en el Òrún (Cielo) y en
Aiyé (Tierra) superior a Él. Se burló de Òrúnmìlà y se rehusó a realizar
el sacrificio.Después de eso, partió rumbo a la Tierra, con la determiunación
de destruir cualquier divindad o mortal que se atreviera a cruzarse en su
camino para entorpecerlo.Al llegar al mundo se estableció un campo y lo
cultivó. Pronto comenzó a dar sus frutos, antes que los campos de los demás.El
hecho de que su campo fuera el primero en dar frutos, otros comenzaron a robar
de su campo. Èsú, sin embargo , se pregunto quién podía tener el coraje de
robar su campo. Sin saberlo, era su propio homologo primigenio el Òorì
(cocodrilo), quien le estaba robando. Òorì tenía varios hijos y también había
sido aconsejado, anteriormente, de servir a Èsú con un cabrito. Además, Òorì
fue aconsejado de preparar un fiesta para los niños pequeños, lo cual hizo,
mientras seguía a dar un cabrito a Èsú. Èsú
se dedico a investigar, y cuando descubrió la ruta que el intruso tomaba
para robar en su campo, tendió una trampa en ella. Durante la próxima visita que
realizó Òorì al campo de Èsú , cayó en
la trampa que estaba preparada. Cuando se dió cuenta que era una trampa muy
fuerte, decidió no poner ninguna resistencia.
Se quedó inmovil en la trampa en la que había caído. A la mañana
siguiente, Èsú partió para ver su trampa.Cuando vió que el que había caído en
ella era Òorì, lo acuso de ser el ladron que solía robar de su campo. Òorì se
quedó callado porque las moscas ya estaban volando alrededor de él. Èsú levanto
un misil y se lo arrojo a Òorì, astutamente este pretendió hacerse el muerto.
Caundo no hubo más movimientos, Èsú supuso que estaba muerto. Sin embargo,
cuando Èsú avanzópara dopblar el arco de la trampa , para poder remover a la
víctima de ésta, Òorì se apode´rò del machete de Èsú, y lo arrojo lejos, y en
ese momento se entrelazaron. Durante la lucha que siguió, arrancaron la trampa.
Òo´rì trato de tirar a Èsú dentro del agua ,
mientras
Èsú trato de empujar a Òorì devuelta a
la tierra. Después de una larga lucha, los niños a los cuales Òorì habìa realizado
una fiesta, olleron por casualidad , los gemidos de los gigantes, y estaban
curiosos por averiguar que era lo que sucedía. Cuando los niños, eventualmente
vieron quien estaba peleando con su benefactor , se metieron dentro de los ojos
de Èsú. Como Èsú comenzo a utilizar sus manos para alejar a los niños de sus
ojos, Òorì tuvo la oportunidad de
meterse en la profundidad del río. Pues, escapo de la ira de Èsú, quien después
de recuperar su machete regresó a su casa abatido. Esú Al llegar a su casa, le
pidió a su hijo, “falsedad”, que le traiga agua para beber. Cuando el hijo no
apareció a tiempo con el agua, Èsú le pego en la cabeza y el hijo murió
instantaneamente. Fue en ese instante que Èsú recordó del sacrificio que
oportunamente Òrúnmìlà le había aconsejado realizar. Con retrazo finalmente
realizó el sacrificio a su propia alma, es decir así mismo.
PRECE DE EXU
Sou EXU,
Senhor. Pai, permite que assim te chame, pois, na realidade, Tu o és, como és
meu criador. Formaste-me da poeira Ástrica, mas como tudo que provém de Ti, sou
real e eterno.
Permite
Senhor, que eu possa servir-Te nas mais humildes e desprezíveis tarefas criadas
pelos teus humanos filhos. Os homens me tratam de anjo decaído, de povo
traidor, de rei das trevas, de gênio do mal e de tudo o mais em que encontram
palavras para exprimir o seu desprezo por mim; no entanto, nem suspeitam que
nada mais sou do que o reflexo deles mesmos. Não reclamo, não me queixo porque
esta é a Tua vontade.
Sou
escorraçado, sou condenado a habitar as profundezas escuras da terra e trafegar
pelas sendas tortuosas da provação.
Sou
invocado pela inconsciência dos homens a prejudicar o seu semelhante. Sou usado
como instrumento para aniquilar aqueles que são odiados, movido pela covardia e
maldade humanas sem contudo poder negar-me ou recorrer.
Pelo
pensamento dos inconscientes, sou arrastado a exercer a descrença, a confusão e
a ignominia, pois esta é a condição que Tu me impuseste. Não reclamo, Senhor,
mas fico triste por ver os teus filhos, que criaste à Tua imagem e semelhança,
serem envolvidos pelo turbilhão de iniqüidades que eles mesmos criam, e eu, por
Tua lei inflexível, delas tenho que participar.
No entanto,
Senhor, na minha infinita pequenez e miséria, como me sinto grande e feliz
quando encontro n'algum coração, um oásis de amor e sou solicitado a ajudar na
prestação de uma caridade.
Aceito sem
queixumes, Senhor, a lei que, na Tua infinita sabedoria e justiça, me
impuseste, a de executor das consciências, mas lamento e sofro mais porque os
homens até hoje, não conseguiram compreender-me.
Peço-Te, Oh
Pai infinito, que lhes perdoe.
Peço-Te,
não por mim, pois sei que tenho que completar o ciclo da minha provação, mas
por eles, os teus humanos filhos.
Perdoa-os, e torna-os bons, porque somente através da bondade do seu coração, poderei sentir a vibração do Teu amor e a graça do Teu perdão.
LA DANZA CIGANA
La danza
Cigana es Como cualquier tipo de danza étnica o común bien ejecutada, con bases
serias y seguras, la Danza Cigana trabaja con la harmonización del cuerpo y
reconocimiento del ser humano como parte del universo, su conexión con la
naturaleza y la espiritualidad, traducida en sensibilidad y movimientos, y a
partir de eso encontrar su camino y elecciones en la propia vida.
La danza es
una oración, siendo así sagrada.
Una serie
de elementos y significados a compone, delimitando sus diferencias, la Danza
Cigana es un arte traducido magníficamente en ritmos y pasos que hablan de la
historia de un pueblo milenario.
Antes de un
trabajo corporal y conciencia de este, la Danza Cigana promueve un encuentro
con una realidad que parece distante, pero muy íntima de la vida de cada uno,
pues es de sentimientos y energía que se mueve la vida y es de esa forma que la
Danza Cigana enseña.
Por las
tantas caminatas, hay diversas influencias en la danza Cigana , influencias que
hablan de costumbres y creencias, diferenciando el ritmo y el bailar, aún así
manteniendo toda la profundidad, fuerza y sensibilidad que caracteriza ese
arte.
Pues para
los Ciganos: “BAILAR ES CONOCER LA VIDA, ES SER LA VIDA!”.La Danza Cigana es
sagrada, bailar al ritmo Cigano no es sólo lo reproducís en movimientos, la
danza es una oración única, donde el bailarín tiene la oportunidad de mostrar
quién es, o sea, su ser, sentimientos, sueños, la sabiduría que adquirió en su
trabajos y todo que aún búsqueda, su comunión con la naturaleza y el sagrado,
descubrir que forma parte de uno todo divino llamado Universo.
ELEMENTOS
DE LA DANZA CIGANA
LIENZO:
fuerza y misterio, purificación, delicadeza y feminidad.
ABANICO:
misterioso, sensual, elegante, peligroso y seductor.
CINTAS:
alegría, broma de niño, exaltación a la belleza de la vida.
PANDERETA:
mensajero de la alegría, del sol y de la esperanza, anuncia la llegada de un
nuevo camino o vida, celebra el siempre continuar.
Danza del
Abanico: danza del elemento Agua, representa el amor, la sensualidad y la
limpieza. ·
Danza del
Xale: danza del elemento Fuego, representa el misterio y la magia. ·
Danza de la
Rosa: danza del elemento Tierra, representa el amor, la belleza, la conquista y
la sensualidad. ·
Danza del
Velo: danza del elemento Aire, representa y expresa la pureza del cuerpo y la
sensualidad. ·
Danza de
las Cintas Coloridas: danza del elemento Agua, representa las lágrimas de
alegría y tristeza derrumbadas por el pueblo cigano ; no los lamentos,
solamente conmemoraciones. ·
Danza de
las Antorchas: danza del elemento Fuego, muestra la furia y el poder del fuego
a través de las antorchas acesas que reverencian este elemento. ·
Danza de la
Pandereta: danza de los Cuatro Elementos, denota la alegría y sugiere una
fiesta; sirve también para purificar el ambiente. ·
Danza de
los Siete Velos: para los ciganos esa danza representa una despedida de
soltero. Y los velos coloridos representan los siete colores del arco-iris y
simbolizan el amor y la sensualidad. Los colores de los velos representan los
Cuatro Elementos. ·
Danza del
Puñal: danza de los elementos Aire y Tierra, representan luchas, disputas,
furia y puede simbolizar la limpieza del ambiente y del cuerpo. ·
LA DUPLA ELEGUA ESHU
De todos
los pasajes de “dijinga” de los Orishas, el de la dupla Elegguá-Eshu es uno de
los más extensos, por justamente tener que cumplir con las funciones
primordiales de protección y apertura de caminos de las casas de religión de
Regla, así cómo de la mayoría de los consultantes y fieles que le veneran.
MONTE EWE:
Son sus plantas: Aba, abre camino, aceitero, agalla de la costa, aguacate
blanco, ají de China, ají chileno, ají guagua, alacrán o rabo de ratón, albaca
de hoja ancha, alcanfor, almácigo, atipla, aretillo, aroma amarilla u olorosa,
aroma de uña de gato, Artemisa, aticuanla, baría, bejuco verraco, bejuco
sabanero, bejuco San Pedro, bejuco lombriz, bejuco jimagua o parra cimarrona,
bejuco guaro, bejuco prieto, bejuco colorado, bibona, bija, carraspina, camao,
cayaya, crotos, curujey, chamico, chichicaste, ébano carbonero, escoba
cimarrona, espartillo, espinillo, espuela de caballo, flor de agua, cambuto o
cambutera, gateado, grama de caballo, guabico, guajaca, guaro, guayaba,
guayabillo, güira cimarrona, itu, itamo real, lengua de vaca, maloja,
nastuerzo, huevo de gallo, meloncillo, mijo, ñame, ojo de ratón, jurubama o
jurabama, pelo del diablo, palo moro, palo negro, palo torcido, palo víbora,
pastillo, pata de gallina, pendejera, pica pica, picha de gato, piña de ratón,
piñón de pito, piñón botija, pinipiniche, pinipini, rabo de gato, raspalengua,
raspa barriga, rompesaragüey, San Diego, sigaraya, tabaco, tengue, tripa de
jutía, yamao, yerba fina, yerba hedionda o guanina y zarza blanca o parrillera.
Elegguá
Abaile (A-gbá-ilé): por este camino se lo conoce como mensajero e intermediario
en las casas de Regla de Ochá en general. Es el que realiza principalmente las
funciones de limpieza, trasladar los ebbó, ya fuera al río, al monte, al mar,
al pie de un ceibo, etc. Tiene afinidad y admiración por Irokó, pues lo
protegió y le dio cobijo, cuando este Eshú tuvo una fuerte riña con Eggún. Por
tal motivo es que Eggún va atrás, en el patio, y Elegguá adelante.
Eshu Achi
kuelú: Es un viejo de pequeña estatura, que vive en los huecos y túneles bajo
tierra de las encrucijadas, porque es un espíritu de tierra de abajo... Le pertenecen
los minerales, en especial el oro. Nació en Ojuani. Trabaja con Ifá. Gusta de
buenos cigarros de hoja y aguardiente o ron. Cuando se lo asiente se le hace un
hueco en el suelo, donde se deposita su otá, y luego se cubre con un cono de
barro, que tenga partes de tierra de encrucijada y tierra colorada. Tiene
veintiún caminos, y usa paggugú.
Elegguá
Afrá: Es de tierra Arará. Es el Elegguá de Babaluayé. Su collar alterna cuentas
blancas con negra. Tiene como tabú el aguardiente y el vino de palma.
Acostumbra silbar por las esquinas de las calles y lugares solitarios. Es
compañero del Eshu Makenú.
Eshu Afrodí
y Eshu Agroi: Son de nación Arará. Como tienen veinticuatro caminos se decoran
con veinticuatro cauríes, distribuidos en tres hileras. Ambos tienen forma
piramidal y se coronan en la cúspide. Son ayudantes de Ifá y en su culto solo
ofician los hombres.
Elegguá
Agbanukué: Es un Elegguá guardián de la casa y brinda mucha ayuda. Es compañero
del Lodé y del Laná. Tiene el poder para dejar ciegos a sus enemigos. Es el
mejor aliado de Ifá, junto con Biba Kikeño y Alaroyé, y cada uno lleva una flechita
metálica en la frente. Protege al Babalawó ya que es su seguridad: le repite
todo lo que oye y ve. Ayudó a Orulá a demostrarle su clarividencia a Olofi.
Eshu
Agbálonké: Es adulto y fuerte. Castiga con el fuego. Le llaman el Eshu de las
muertes. Continuamente está guiando almas de difuntos. Nace en Obará Meyi.
Eshu
Agberú: Es la esposa de Eshu, la receptora de sus ofrendas.
Eshu Agbó
Bará: Es un trampista que todo lo oye. Es de tierra Takua, y tiene 36 caminos.
Eshu
Agganiká: a éste le gusta tropezar con todo lo que se encuentra, porque es
malévolo, muy peligroso y vengativo. Cuando se enoja, atrae a la policía.
Agganiká se le llamó en Cuba a la Guardia Rural. Se le pone azogue en su carga
y anda a caballo, con un machete.
Elegguá
Aggó Meyó: De tierra Oyó. Es un preventivo y eficaz custodio contra las trampas
y engaños. Es íntimo amigo de Xangó, y es el legado que éste orishá le concedió
cuando era rey de ese poblado. Casi siempre andan juntos.
Eshu Agongó
Oló Oñá: es el dueño de los caminos. Tiene 21 patakkí, y es íntimo amigo con
Oggún y Ochossi. Siempre se lo encontrará apostado en las rutas y accesos a
grandes ciudades, motivo por el cual, cuando se le ofrenda a Oggún para algo
“grande”, se hace la comida de Oló Oñá, que va pegada a la del guerrero.
Elegguá
Agongó Ogo: Elegbara con su nudoso garrote, que le sirve para defenderse y
atacar a sus enemigos. Es la clásica representación del hombre de la
prehistoria. Se lo encuentra en las riveras de los ríos, es muy amigo de Ochún,
a la que cuida día y noche, y lleva en su ardimú, maíz hervido.
Elegguá
Akerú: es un mandadero, un transportador (lleva y trae) Es de tierra lukumí, y
muy afiliado a los ngangá. No admite ser manejado ni manipulado por las
Iyalochas.
Elegguá
Akesan: es del reino de Oyó, muy afiliado a Aggó Meyó. Tiene espada y garrote,
y comanda un grupo importante de Eshus a su cargo. Por este camino, Elegguá
está en el medio de lo malo y de lo bueno. Depende de que manera se lo atienda,
será lo que éste realice a favor o en contra de una persona.
Eshu
Akileyó: Oriundo de tierra de Oyó, es un chiquillo alborotador, belicoso y
caprichoso. El más pícaro y revoltoso. Se especializa en hacer desórdenes en
grandes oficinas, todo lo traspapela. Cuando alguien no encuentra en su casa
los papeles del inmobiliario o de impuestos, es Akileyó que está jugando.
Eshu
Akokorobiya Akokoriye: Es de la nación mina popó. Muy aficionado a jugar con
trompos y bolas y a fumar cigarrillos. De genio inquieto y divertido, siempre
está dispuesto a hacer alguna travesura. Tiene 23 caminos, es compañero de
Ochossi, vive entre los caminos de las matas y la manigua.
Elegguá Alá
Le Ilú: título de honor que ostenta Bara en las ciudades o pueblos, es ya
viejo, pero un gran adivino (un awó) de gran jerarquía. Es de tierra Oyó, y fue
enseñado en el arte del manejo del até por Xangó Alafín. Es por ello que entre
sus atributos, tiene un hacha doble montada sobre un garrote de madera dura,
adornada en su extremo superior con 29 clavos de herradura, número de sus
caminos por Ifá.
Eshu Alá
Akomako: le gusta esconder las cosas por maldad, y como buen ladrón, prefiere
recibir sólo ofrendas robadas. También castiga con el fuego. Es de tierra
Arará, nace en obí con Yemayá, y le pertenecen todos los caminos que llegan
hasta la playa. Tiene 21 caminos, y su atributo principal es una manilla
adornada con caurís, cuyos dedos desalineados simbolizan a un “pungista”.
Eshu Alá
Ayiki (Bara Aláyiki Agagá): su nombre significa que como mucho, es un glotón.
De tierra de Oyó, también trabaja para Ifá. Se lo describe como un niño
rumbero, revoltoso, de apetito voraz y muy adicto al aguardiente. Aláyiki
representa lo inesperado, lo imponderable, también el engaño, el disimulo
traicionero, de ahí su mote: Aquél que nadie sabe como empieza ni como acaban
las cosas... Según cuenta una historia de Ifá, cierta vez embarcó a Ochún,
culpándola del robo de un chivo; así obró en función a su glotonería. Nace en
Oggundá Iroso. Tiene 29 caminos, y su atributo principal se compone de un plato
y cubiertos de plata. En una fina copa de plata de deposita su bebida.
Elegguá Alá
Lu Banché: Es dueño y señor de todo lo que se va a hacer, de las situaciones y
de los pasos, ya sean dioses o simples mortales. Tiene un importante aché para
salvar o poner las cosas al revés. Por eso es el primero a quién se agasaja en
toda ceremonia de la Regla de Ochá. Come ebbó y paddé, y su color es negro,
blanco y rojo. Tiene 27 caminos, y cuando se le asienta, se hace un cono de
barro en cuyo vórtice superior lleva un gallito negro de metal. No se lleva muy
bien con los orishas de cementerio, pero sí con aquellos grandes guerreros del
panteón Yoruba.
Eshu
Alágbana (Alágbawanna): Este Eshu es el jefe de los Egguanda, a quienes dirige
con pasión. Representa el infortunio y la desesperanza, y castiga a los
burlones, a los impíos e irresponsables. En general origina todo tipo de
desgracia, siniestros, dolencias, penas y reveses, los suicidios por fuego, e
incluso las picadas ponzoñosas y los accidentes son el resultado de su
malevolencia. Habita en la soledad de los parajes oscuros e inhóspitos del
bosque y la manigua. Le gusta salir a caminar y apostarse en las encrucijadas,
donde mata con el fuego o con un cuchillo, provocando hemorragias
incontenibles. Utiliza muchos palos y bejucos mágicos del monte. Mantiene un
trato continuo con los Egguns, los Iwin, Ngangá y Oyiyi Okú, y con la
hechicería. Este Eshu adulto y solitario fue el que ayudó a Babaluayé cuando
fue castigado por Obatalá, ya que quería difundir la viruela; le procuró
entonces dos perros y lo llevó junto a Xangó y Orulá. Tiene 23 caminos, y en el
Diloggún habla por Obara Melli.
Eshu
Alaketu: es un Elegguá rey de Ketu. Usa collar de cuentas negras y blancas.
Tiene 29 caminos, y solo se asienta a los Babalawos de Regla de Ochá. Comparte
un rincón de la casa junto a Oggún Olukoló, el campesino. Entre sus atributos
tiene machete, espada y herraduras de caballo. Se lo asienta en Obí, y come
solamente una vez al año, en épocas de buena cosecha. A veces se lo coloca
cerca de un asentamiento de Lokou (mercado) pues trae muchas riquezas de lo que
se siembra y se cultiva.
Eshu
Alaroyé: Vive en la puerta a la entrada del Ifé, en una cazuela de barro. Le
agrada comer dulces y otras chucherías. Amante del baile, del dinero (owó) que
se le ofrenda, ya sea en monedas o en caracoles, es de fumar y beber olí
chequeté (aguardiente de maíz) Es muy burlón, malicioso y malcriado. Protege y
anda mucho con Oggún y Ochossi, porque es guerrero nato. Es chiquito, y a
menudo se le puede encontrar en la orilla de los ríos. Se le representa en un
otá poroso. También trabaja para Ifá y entonces lleva una flechita de metal en
la frente, como Agbanukué y Biba Kikeñó. Para apaciguarlo y afamarlo, porque
así no trastorna, se le saluda diciéndole: Alaroyé ( gran hablador ), que
también quiere significar Alá Aroye (dueño de las disputas, de la discordia) y
Aroyé (debate, controversia, locuacidad). Lo ve todo, lo sabe todo, y por eso
advierte sobre los peligros, las enfermedades. Además aconseja como manejar
favorablemente los negocios. Se cuenta que una vez le salvó la vida a Orulá.
Elegguá
Alaroyé Akokelebiyú: Nombre de un Elegguá niño, muy maldito y rencoroso, que
cuando se irrita con el dueño de Ilé, provoca que la policía venga al hogar.
También suele invocárselo para hacer justicia contra corruptos y pervertidos.
Es el peor de los enemigos de la justicia, cuando esta no se imparte como es
debido.
Eshu
Alaroyé Kío (Inkío): Tiene una sola pierna, y los danzantes en su honor le
bailan saltando en un pie y girando como remolino. Es compañero de la manigua
de Osaín. Tiene 23 caminos, y su Otá es la imagen de un muñeco de madera
similar al del orishá de la vegetación. Su color es rojo y negro. Es de tierra
Arará, aunque muchos lo dan por Takuá. En el Diloggún habla por Eyioko.
Eshu
Alaarú: Sus atributos son como mensajero y portero. Es el Elegguá de entrada a
las casas de religión de aquellos hijos de Obatalá. Tiene 9 caminos junto a
éste, y su aché principal es un iruké con una paloma negra de metal en su
extremo superior. Es de tierra Obbara, ordún (letra) por la que habla en Ifá.
Eshú Alimú:
Es de tierra Arará. Trabaja con Babaluayé, motivo por el cual es, el predilecto
protector de las puertas de entrada de las casas de Regla de Ochá que tienen a
un hijo asentado de cementerio. Su patakkí lo integran 27 caminos, número de
caurís conque se adorna su paggugú ritual. Los lukumí suelen colocar la cabeza
de un muerto como mango.
Eshú Alona
(Alonná): Enigmático, de tierra Takuá, suele azotar a sus víctimas con el fuego
y tiene un trato continuo con los muertos. Es el Elegguá de Yewá. Tiene 29
caminos, y en su frente lleva tres flechitas metálicas. No se asienta en las
casas de Regla, pues es tan peligroso como navaja en mano de un modeun (mono)
Eshu Alusí:
éste es de intenciones malignas, muy avieso y perjudicial, pues es causante de
desgracias y calamidades. Habitualmente se lo asienta en mayombe o palo monte.
Es muy amigo de los iwin, y solo reconoce a quién pague un buen servicio en
monedas de oro o grandes riquezas en su honor.
Eshu Añaguí
(añabi): éste Eshu tiene tres caminos: en uno aparece con dos caras; es un Dios
de la sabiduría que vive dentro de un coco. Él asegura la prosperidad y la
felicidad, ya que posee el poder de la renovación de la vida. Se le reconoce la
partenidad de Elegguá junto con Eshu Alayi Ibere Yeyé, que es la madre, el
comienzo de la génesis. Ambos comen paddé. En otro camino se manifiesta como la
madre de Elegguá, porque según una historia, de sus relaciones con Eshu Okú
Boró (que era oba rey de una tribu yoruba) concibe un hijo, el príncipe
Elegbará. Añagui en este camino es muy aguerrida y cuando se enoja, es tan
furiosa como una tempestad. Sabe curar con las plantas. Todo lo descubre, y
como es tan pequeñita, se traslada montándose en los remolinos. Vive en los
bosques, pero también cuida la entrada de la sábana y las maniguas como Aña Bi
Lade. Lleva ciento un cauris, lavados previamente con mioró (omiero) Por otro
camino, llamado Eshu Ñanguí (Yangí), venerado en piedra laterítica, se dice que
es el padre de todos los Eshus, ya que según una antigua leyenda, fue cortado
en doscientos pedazos por Orunmilá Ni Agbomiregún, el cual utilizó una espada
para castigarlo por su terrible voracidad. Estos pedazos se convirtieron en
doscientos Eshus y luego se duplicaron. Añagí otorga el sustento, la victoria y
la firmeza de Ifá. Por su mayor jerarquía en la legión de los Eshus, es que
gobierna, organizando y destruyendo las funciones de los demás (que así reciben
distintos nombres)
Eshu Ara
Idí: Es de tierra Arará, trabaja junto a Ochún, y está muy ligado y relacionado
a los Ibejis. Es tan niño como ellos, y siempre se lo encontrará jugando en
todas las esquinas de una plaza. Los cuida y los mima. Tiene 64 caminos, come
muchos dulces, y lleva los mismos atributos que los gemelos. Su otá se asienta
en un pequeño bebedero de parque.
Eshú Araí
Lele (Araí Loli): Nombre de un Eshu andariego, curioso y temible, muy
trastornador cuando asume la forma de un perro vagabundo. Es muy común hallarlo
en las grandes terminales de transporte, donde duermen vagos y borrachos. Es
también Eshú de Babaluayé, y cuando está junto a él tiene consigo 19 caminos,
entre los cuales se dice, fue el protagonista de la unión entre Yewá y
Chakuaneko. Es de tierra Ijeyá.
Eshu
Arayeyi (Arareyí): Portero de Orulá, también es protector de Ochún, y vive y
come en la entrada de las casas. Es celoso guardián, pero se vuelve mentiroso y
enredador cuando no se le tiene en cuenta, o si no se le atiende como merece.
Es el mimado de las hijas de Miwá, una de las orishas de río más descocadas del
panteón yoruba. Arayeyí suele comer ochinchín, dulces y aguardiente o ron.
Eshu Arere
Obí Oké: es areré (título de gran honor), es el poder, es el hijo y mensajero
de Olorum. Es guía y adivino, y bajó de la montaña sagrada de Oké para ayudar a
la humanidad. En las líneas de santería de Ochá se lo suele sincretizar con la
imagen del Niño Jesús que San Antonio de Padua sostiene en sus brazos. Tiene
cuarenta y nueve caminos, y en algunos de ellos también aparece como San
Francisco de Asís, San Cayetano y San Pedro. Es muy invocado para apertura de
caminos, limpieza de casas y negocios, y sobre todo, desataduras de todo orden
en la magia negra y brujería. Su atributo principal es el “krikri”, un sonajero
adornado con plumas, cuyo mango se hace de caña de la manigua, que también se
suele colocar como protección, detrás de la puerta de entrada de las casas.
Eshu
Aridiyí: Cuando aparece causa temor, espanto. Está muy ligado a los ngangá
congo y los kimbanda, y es capaz de desbastar cualquier enemigo, cuando está
bien atendido y arreglado por el mayombe que lo comanda. La única manera de
volverlo hacia atrás es triplicando su ofrenda, que de seguro poseerá
abundantes piezas en oro. Cuando alguien tiene un daño muy grave, es el Elegguá
que comanda la letra de Oggundá del Diloggún. Hablará primero que cualquier
otro, sobre el trance de la persona registrada.
Eshu Aroni:
por este camino es curandero y mago, pero muy violento. Señorea en los bosques
y la manigua donde ejerce la medicina, ya que conoce todos los secretos de
Osaín. Entre sus funciones está la de traerle el fuego a Oggún. Se le describe
como un enano con cabeza perruna; tiene una sola pata y un brazo, más una larga
cola peluda que termina en una bola. Se dice que instruye a la gente valiente
en la magia y en el poder de las plantas, y que luego ofrece un pelo de su
propia cola como prueba. Este Eshu inspira terror en los cobardes. Tiene 47
caminos, es del Calabar, y se lo considera el Elegguá de Oddúa.
Eshu Ayeru:
Servidor y guardián de Ifá. Un Babalawó con Ayerú y Osaín estará bien firme en
su casa de Ochá, pues ambos son la garantía de su trabajo y no hay ningún
peligro que temer. Todo lo comenta, y suele acompañar a iyawó y clientes hasta
su casa, cuando desconfía de ellos. Si alguien traiciona a un hijo de Ochá,
mejor ni saberlo...
Eshu Aweré:
Este tiene su casa en las lomas y laderas de las montañas. Está consagrado a
Obatalá, y es quién le cuida las aguas sagradas que vierten las cascadas. Se
presenta con 27 caminos, de los cuales en más de la mitad aparece como
hermafrodita. Por ello al asentarlo, se le hace un muñeco de madera en el cual
se denote en su parte inferior, la virilidad masculina, y en la superior, la
maternidad femenina, con abultados pechos. Tiene una flechita metálica de plata
en su frente, y se lo viste con una túnica blanca y roja veteada. Su color es
borra-vino. En el Diloggún habla por Eyeunlé - Obbara (1 - 7)
Elegguá Awó
Bara: Adivino de tierra Oyó, hace de guardián en las casas de los Babalawos. Es
el sostén, la afirmación de Ifá. Se asienta en Obí, y en su casa se juegan tres
pedacitos de coco, para saber sobre el estado presente y futuro del lugar, en
cuánto a limpieza e impecabilidad. No responde a los hijos de Xangó, pues la
historia dice que, cuando éste era Alafín (rey), lo echó a la calle por haberle
robado sus cocos de adivinación.
Eshu
Baraiñé (Okú Bara Iñé): Es adulto y muy ligado a Eshu Bí. Nace en Obbara Meyi y
protege mucho a sus hijos. Anda junto a Xangó, quién lo considera su Elegguá.
Conoce todos los secretos de la alta magia, el fuego y el tablero. Tiene 103
caminos, y comanda en uno de ellos a un grupo importante de iwin. También está
relacionado con los Ikús de Oyá, pues ella se los concedió cuando Xangó pasó a
ser su esposo. De todos los Eshus es el más diestro con las armas de guerra y
con las tácticas, por ello como atributo las posee a casi todas. Se lo asienta
en Obí, y su piedra tiene forma de un cono truncado, amarronada, oscura,
granulada.
Eshu
Barakeño: es muy travieso, todo lo trastorna y confunde. Es el más pequeñito de
todos los Eshus, y habita en las matas y maniguas, y se esconde entre los
matorrales. Suele ocasionar que los árboles hablen a la gente o se manifiesten
sonidos extraños dentro de sus bosques. Su paddé se deposita entre las raíces
de los árboles, o entre las matas espesas que forman guaridas para los
animalitos. Atiende cuestiones de enfermedades en los niños, en especial
aquellas aparentemente incurables. Fuma cigarros, gusta del buen tabaco y ron,
así como también dulces y tortas. Nace en Obbara Melli, letra que lo marca en
el Diloggún.
Elegguá
Barakikeñeri: Es uno de los caminos más antiguos del Elegguá, nacido en Ijeyá.
Se estima que viene del siglo XVII, y actualmente se ha perdido bastante su
rastro, aunque algunos lukumí todavía lo siguen cultando.
Elegguá
Bara Alá Asuayó: es el Elegguá de las puertas de entrada de Ilé. Está muy
ligado a Olofi, y tiene 118 caminos. Atiende cuestiones de clarividencia en
aquellos hijos de Obatalá, en particular, los de Obbá Moro. Muchos sincretizan
a este orishá con Santa Lucía.
Eshu
Baralayikú : De tierra Oyó, colabora en el traslado de los muertos cuando anda
con Babaluayé. También oficia como portero de Orulá. Él vive en la entrada de
los Ifé, y si no se le agasaja y alimenta como merece, castiga enredando la
suerte y origina los percances y las tragedias. Su asentamiento es sumamente
delicado, por sus 264 caminos.
Eshu
Baralanugbé: el solitario y temible Eshu Arará que castiga con el fuego.
Trabaja con el alba y con las estrellas (irawó) Sabe perfectamente como se
conjugan las constelaciones (Uli) y cuerpos celestes, por lo que se lo
considera con amplios conocimientos cosmológicos. A él se lo invoca en la letra
de Ofún (16) para precisar fechas de asentamiento de orishas.
Smailin y
Yorbert X 100 Pre
Eshu
Barakikeñó (Gúaga Barakikeñó): un Elegguá niño, pero con acción dañosa y
pérfida (Obarakikeño) Se dice en Cuba que es el guardián de las “cebollas”
(mujeres de la noche), y que si bien es niño, todo lo sabe y todo lo ha
experimentado. Tiene la habilidad de trabajar las mentes humanas a su capricho,
motivo por lo cual es muy empleado por los mayombe de kimbisia para hacer
ataduras y pegamientos de pareja. Solo come miel y dulces, aunque apetece
licores y cigarros con sabor a chocolate.
Eshu Ba Ti
Eyé (Batiyé, Batieyé, Batielé): El que vence de cualquier modo hasta acabar con
los daños. Viene de tierra Arará, y siempre fue muy invocado para atender
cuestiones de brujería y maleficios. Tiene 38 caminos, y en el Diloggún habla
por Eyioco Oddí - Oddí Eyinlá (2 - 4 , 4 - 12) Es enemigo de los mayombe, la
kimbanda y los iwin y ngangá congo. No acepta que por cuestiones de
incompetencia, o “calentura”, una persona le haga daño a otra porque sí, por
tanto, devuelve lo que hicieron. Es muy común que provoque accidentes en las
rutas por heridas cortantes o incineración.
Eshu Beddún
Bela: Advocación de Elegguá. Tiene dos caras: una blanca y la otra negra, como
el día y la noche. Así también es lo que hace cuando se lo invoca. Suele poner
las cosas “pata pa riva”, cuando alguien no tiene razón.
Eshu Beleké
(Belenké, Bereké): De tierra lukumí, es un niño travieso, pero muy habilidoso y
excelente guardián de las casas de ochá. Gran conocedor de yerbas y remedios,
siempre se lo encontrará en la manigua. Le gusta ser correveidile; se mete en
todo, es embustero y muy peligroso cuando se encela (no se debe tener en la
casa donde hay niños) Ha sido comparado con el Niño de Atocha (borí Weno) o
Buen Pastor. Usa un güiro mágico (de los acinturados) como amuleto.
Eshu Bí
Biribí: lo llaman “el rey de las maldades”, “el jefe de los Ibeyis”. Vive en
las esquinas de las calles, es pendenciero y malvado, lo más tétrico. Provoca
todo tipo de accidentes. Suele meterse en los cuerpos de aquellos niños
desprotegidos (no bautizados)
Elegguá
Biawooná: Imagen de Elegguá hecha de madera.
Eshu
Chiguidí (Chugudú): Se le representa en un cono hecho de barro y decorado con
cauríes. Envía el sueño maléfico (castigo de las pesadillas) Trabaja con Ifá.
Se lo emplea para aprovechar sus malas acciones, porque es muy vengativo, o
como un celoso guardián. Los comerciantes y ricos protegen sus riquezas y
tesoros con la ayuda de Chiguidí, el cual se prepara abriendo un hueco en el
suelo, y luego se le ofrenda un paddé dentro del hueco; después se le va
construyendo encima, con arcilla, el cono decorado. Se le coloca delante un
plato o cazuela donde recibirá periódicamente las ofrendas. Cuando el lugar
está bajo el resguardo de Chiguidí, matará a cualquiera que intente saquearlo.
Se lo suele representar, además, en una figura grotesca, con el pecho ancho y
la cabeza pequeña. Este Chiguidi, el vengador, mata comprimiéndole el tórax a
sus víctimas cuando están durmiendo y así las ahoga con las rodillas. Pero si
la persona está bien protegida, y su guardián la despierta, entonces Chiguidí
desaparece. Por eso, quién lo envió tiene que permanecer en vela hasta que él
cumpla su misión, de lo contrario, se vuelve en contra.
Eshu Chikua
bú (Achicagbú): De tierra de Oyó, lo mismo crea que acaba el mundo. Es el
principio del mundo. Se lo llama con un oró (zumbador), que es un pez tallado
en madera y sujeto a un cordel para hacerlo girar, batiéndolo contra el aire.
Eshu
Chinkí: El que es rápido. Nace en tierra Oyó, y fue enseñado por Xangó en la
danza. Tiene 33 caminos, y ayuda mucho a los jóvenes en cuestiones de estudios.
Si un profesor, se pone en caprichoso en contra de un estudiante, Chinkí
en-seguida lo aplacará.
Eshu
Dagguese: es un Elegguá representado por medio de un caracol cobo (Strombus Gigas)
Trabaja con Olokun. Tiene 49 caminos, y en casi todos ellos aparece con su
faceta bisexual o hermafrodita. Atiende solamente cuestiones de grandes
emprendimientos comerciales, y solo obedece a aquellos Babalochá o Iyalochá de
idénticas características.
Elegguá
Eboríkeke: por este avatar es un Elegguá niño. Se dice que vino entre los
fundamentos de esclavos desde tierra Arará, y se lo dejó de cultar a principios
de siglo. Atendía cuestiones de enfermedades endémicas. También se lo invocaba
para trastornos genésicos como ser herpes o sífilis.
Eshu
Egbayilá: El que salva. Nace en tierra de Okana-wori, y en su carga lleva nueve
clases de metales: oro, plata o platino, cobre, hierro, estaño, plomo, cinc,
aluminio y azogue (mercurio) También se le añade manteca de majá y de corojo,
una aguja y cuatro alfileres. Lleva arena y agua de río y de mar, tierra del
cementerio y del campo, y fragmentos de los palos vencedor, amansa guapo, abre
caminos, siguaraya, espanta muerto, tumba tumba, y “yo puedo más que tú”. Otros
ingredientes que se le incorporan son la cascarilla, maíz torrado, pescado,
polvo de buey, espuelas de gallo, pólvora y pigmento rojo. A este Elegguá se lo
asienta junto a Eggún en kutambwo.
Eshu Elú
(Eluama): Sólo se lo emplea para demandar o hacer daño, porque es muy buen
brujo. No se lava en omiero y se lo guarda ocultándolo de la vista de los
demás, bajo un molde cónico de barro (horma antiguamente utilizada para
solidificar el azúcar en los ingenios) Se hace con yerba, pasto, pescado
ahumado, cola de alacrán, cabeza de majá y tierra de los caminos, de cuevas y
veintiuna bibijaguas. No se le mira más que cuando se le da de comer. Tiene 36
caminos, y en el Diloggún habla por Osá Oché (10 - 15) Advierte a los Babalawos
de Regla si tienen alguna demanda encima de un mayombe o kimbanda.
Elegguá
Elufé: Es un viejo y de lo más fino, según se comenta. Su cara se esculpe en
una tosca piedra que representa su cabeza, y se le talla un cuello ancho o base
que lo mantenga firmemente vertical dentro de una fuente de barro. Se lo lava
con mioró hecho de abre caminos, paraíso, pata de gallina, yerba buena, helecho
macho, mejorana, nastuerzo, romerillo, tamo real, meloncillo, piñón criollo,
albaca, grama de caballo, espartillo, lengua de vaca y cardo santo. Vive retirado
en el patio, nunca en la casa (lejos del olor de las mujeres), y ante él es
preciso conducirse con devoción y respeto; y cerca de él no deben ocurrir actos
deshonestos, ni proferirse malas palabras, porque es severamente puritano.
Elufé nunca tuvo mujer, es decir, está quebrado: “sus testículos le caen hasta
las rodillas”. A este viejo se le ponía rapé.
Elegguá
Egberé Kikeñó (Kinkeñé): es un Elegguá niño, muy pequeñito, y bastante
travieso. Sale de noche a vagar por el monte (Egbé: torbellino) Es muy común
emplearlo como defensa en contra de brujos o mayombes que pretenden atacar una
casa de Ochá. Provoca el cierre del lugar, y el corte ritual de trabajo, de
quién se hubiera atrevido a desafiar a un Babalawó o Iyalochá.
Eshu
Ekileyo: Procede del reino de Oyó, y llegó hasta la tierra sagrada de Ifé. Es
sabio, un gran adivino y protector de las personas que buscan el conocimiento.
Lleva dientes de chivo y de perro, tres corales, óxido de hierro, una moneda de
plata, aserrín de oro, coco, aguardiente y miel, tierra negra y tierra roja,
Osun Erun, kola y Obí.
Eshu Eré:
se le representa en una estatuilla de madera o de barro. Tiene dos caras, una
es de hombre, y por detrás es mujer. Se lo considera hermafrodita. Trabaja
junto a Ochumaré. Tiene 23 caminos, y sus fundamentos se relacionan con el
orishá del arco iris.
Eshu
Echeniké Echeriké: Anda con Osaín. Fuma una cachimba (pipa) rellena con yerbas
aromáticas, y cuida las espaldas del dueño de la vegetación. Se lo asienta en
un Obí o gamela redonda de madera, con casi los mismos atributos que su amigo.
Toma caña quemada y gusta del guarapo. Es muy común encontrarlo en la manigua.
Su comida es el paddé. En el Diloggún habla normalmente por Ojuani Osá (6 - 10)
Eshu Esí
Ileñí: Vive en la entrada de los Ilé. Es el que detiene todos los daños y
trabaja junto a Kinkeñé. Ambos “son dinamita”, en especial si el Babalawó o la
Iyalochá son de Obatalá, y los pueden asentar juntos. Tiene 21 caminos, y su
avatar lo lleva a entenderse perfectamente bien con iwin y ngangás. Se le
juegan siete pedacitos de coco, frente a su casilla, en día de garúa, por
fuera, para saber como andan las cosas de la casa de Ochá
Puntos cantados de Padê do Barracão.
Para comenzar esta columna aquí en Giras, no encontré nada más justo que hablar de los puntos cantados que usamos en este ritual tan impor...